- Deja de mirarme así. Ven. Ven y esnífame.
Y él se acercó. Ella apagó la luz de la habitación y encendió la lámpara roja de la mesilla. Todo olía a sal.
- Deja de mirarme así. Ven. Ven y esnífame.
Y él se acercó. Ella apagó la luz de la habitación y encendió la lámpara roja de la mesilla. Todo olía a sal.